Hay una persona que me gusta tener como ejemplo, ya sea para mí o para mis pacientes, en diferentes habilidades psicológicas. Se trata del tenista Rafael Nadal. Como persona y como deportista hay varias habilidades suyas que quisiera destacar en este artículo.
A nivel personal, me encanta su amabilidad, cómo trata a sus rivales sea cual sea el nivel de los mismos, cómo trata a las personas con las que se encuentra, sean de la prensa, recogepelotas o aficionados que le piden algo. También tiene un trato excelente con su familia y con su equipo de preparadores, nunca le he escuchado tratar mal a alguien. Es una persona sometida a mucha presión y sería normal que se le escapase alguna palabra fuera de tono pero tiene un autocontrol ejemplar. En esta actitud, asoman rasgos de carácter como su humildad pues no se cree mejor que nadie pese a estar en lo más alto del deporte mundial. Obviamente es consciente de su altísima capacidad y logros como deportista, pero también sabe que una persona es un cúmulo de características, en unas somos mejores y en otras peores. Hemos de valorarnos por el hecho de ser personas y compartir con el resto nuestra humanidad, dejando de lado lo que nos diferencia con los demás, es mucho más lo que nos une.
En cuanto a sus características como deportista, destacaría su tenacidad, cómo se crece en la adversidad y ante las lesiones. Rafa nunca da una bola por perdida, un punto por perdido, un set por perdido. Sólo cuando ve un partido ya perdido, lo asume con deportividad y sabe siempre sacar lo positivo de cada situación y felicitar al rival. También analiza las derrotas y saca enseñanzas para su futuro, en el deporte y como persona. Obviamente disfruta de las victorias y saca enseñanzas de estas: Sabe que no durarán siempre, elogia a sus rivales, descansa y las saborea junto a su familia y equipo. También me encanta que, aunque el tenis es un deporte individual, es muy consciente de que sus victorias son fruto del trabajo en equipo: desde su familia que le apoya, sus entrenadores, su psicólogo, sus amigos. Siempre tiene una mención para ellos. En la vida de cada uno, también tenemos nuestra familia y amigos para apoyarnos en lo bueno y en lo malo, hemos de aprender a hacerlo y practicarlo cada día.
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