Desde la antigua Grecia nos seguimos haciendo la misma pregunta. ¿Lo que nosotros percibimos es realmente una copia de la realidad o es un producto modificado de ella?

Creo que podemos estar de acuerdo, aunque no todos, que existe una realidad. Ésta la conocemos a través de nuestros 5 sentidos (gusto, olfato, tacto, oído y vista) que nos transmiten la información a través de impulsos eléctricos a nuestro cerebro. Allí procesamos esa información para poder hacernos una imagen de esa realidad.

La cuestión es que en el cerebro tenemos esquemas, creencias, emociones, etc. que influyen en qué imagen nos hacemos finalmente de la realidad. Además, debido a las limitaciones físicas de nuestros órganos, somos capaces de percibir partes de la realidad, no todo el conjunto. A partir de las cuales, para poder hacernos una idea global, generalizamos y extraemos información. Por tanto, se podría decir que distorsionamos o modificamos esa información recibida para poder adaptarla a nuestros esquemas, creencias y sentimientos.

Por todo ello, cada vez parece que más se decanta la ciencia por la visión de que en realidad nosotros no tenemos una composición objetiva de la realidad, sino que creamos un producto, una idea de qué es la realidad que sería diferente para cada uno de nosotros debido a que cada uno tiene una historia, creencias, esquemas y sentimientos diferentes.

No obstante, esta idea es un poco perturbadora puesto que nos presenta la congoja de no saber cómo es la realidad realmente, valga la redundancia. Creemos que el verde es el mismo para todos pero… ¿Cómo será realmente lo que percibimos como color verde? ¿Podremos algún día llegar a conocer esa realidad objetiva?

Gracias,

Jara Estrella Fernández

@JaraEstrellaF