Este es el primer artículo de una serie que dedicaré a la solución de problemas.

Cuando una persona acude al psicólogo, es porque siente malestar o no se encuentra a gusto en su vida. Muchas veces, el paciente no sabe definir en qué consiste este malestar. Pero, en mi experiencia de psicólogo, la gran mayoría de las veces se trata de problemas que el paciente no sabe cómo resolver.

El primer paso cuando queremos resolver un problema, es darnos cuenta de que tenemos un problema. Es cierto que hay veces que los problemas se resuelven solos o se amortiguan con el paso del tiempo. Pero, la mayoría de las veces, se resuelven si los afrontamos.

No todos los problemas son reales. Muchas veces, son anticipaciones del futuro, fruto de nuestra ansiedad. Como decía Marco Aurelio, he pasado mi vida luchando contra innumerables problemas, la mayoría de los cuales nunca llegaron a producirse. Es verdad que muchas veces hemos de ocuparnos en prever y proveer soluciones para el futuro de nuestra familia. Sin embargo, tantas veces, los problemas que pensamos que nos van a ocurrir, nunca suceden y gastamos mucho estrés y energía en ellos.

Incluso cuando creemos tener un problema en el presente, si lo hablamos con alguien externo al mismo, algunas veces descubrimos que no existe tal problema. Era sólo nuestra manera de enfocar o interpretar una situación la que suponía un problema.

Como decíamos, el primer paso es darnos cuenta de que tenemos un problema. Sin embargo, mucho más importante es definir y delimitar bien nuestro problema. En muchas ocasiones, sólo con definir claramente el problema ya lo tenemos medio solucionado. Para esto, es muy útil escribirlo, hablar de nuestro problema con un amigo o con nuestro psicólogo de confianza. Al explicarlo, hacemos explícito el problema y aliviamos un poco nuestro malestar. La persona que nos escucha puede ayudarnos, al intentar entender el problema, a que lo entendamos bien nosotros mismos.

Hay ocasiones en que los problemas tienen solución, como puede ser una relación conflictiva de pareja o de trabajo. También hay problemas que no tienen solución, como cuando fallece un ser querido, no podremos resucitarlo por más que lo intentemos. En ambos casos, se puede trabajar sobre el problema, ya sea para solucionarlo o para minimizar el impacto emocional del mismo.

Puedes contactar con nosotros en www-conectia-psicologia.es o llamando al 674 241513 y te ayudaremos con temas relacionados con este artículo o con otros problemas que quieras resolver.