Aprovechando estos días de lluvia, desde Conectia Psicología queremos compartir qué tipo de emociones podemos experimentar ante este fenómeno. Es posible que por defecto al escuchar sobre la lluvia nos entre bajón, pero esto depende mucho de la personalidad de cada quien, de sus ocupaciones, del lugar donde viva.

Es común encontrarte con alguien en la calle un día así y al preguntar que cómo está te conteste: «Pues aquí… con la lluvia», «Ya ves» (señalando las nubes), «Con pereza», «Hace día de quedarse en el sofá con la mantita»…

Cuando hablamos de lugar, lo normal es que para alguien que vive en el campo la lluvia le cree un sentimiento de alegría, optimismo e incluso paz. Se debe a que se relaciona con la buena cosecha y abundante producción, y también a que el poco ruido permite escuchar con atención la lluvia y hay personas que esto le produce relajación. En la ciudad esto puede pasar por ejemplo si es a la hora de dormir y puedes escuchar la lluvia por la ventana. Si se produce en horas activas la lluvia puede significar caos, retrasos, molestia, con lo que viene la tristeza o el mal humor. El hecho de salir a la calle con lluvia para ir a trabajar o a hacer cualquier cosa, ya sea andando o en coche nos resulta un poco fastidioso.

Hasta la edad que se tenga también de alguna forma influye. Por ejemplo para los niños, en ciudad o campo, la lluvia significa alegría: botas de agua para saltar charcos, paraguas, baños en la lluvia, etc.

¿Tú cómo te sientes hoy? Coge el paraguas y disfruta del día.

Ya sabes que cualquier cosa que afecte tus emociones, o si tienes cualquier otro problema, estamos a tu disposición en conectia-piscologia.es.

¡Hasta la próxima!