Cuántas veces escuchamos en nuestro día a día, compañeros, a nosotros mismos decir: Cuándo llegará el fin de semana, cuánto falta para las vacaciones… Esto está genial, anhelar los planes que nos esperan esos días y lo bien que lo pasaremos en nuestro tiempo libre.

Sin embargo, para nuestro bienestar, lo suyo es disfrutar cada día. Si te das cuenta, cada día, TODOS los días, ocurren cientos de cosas agradables, pequeños sucesos que, vistos desde una óptica positiva se pueden disfrutar.

Puedes hacer este ejercicio, si te apetece. Está relacionado con Mindfulness y yo lo utilizo mucho en mi propia vida y con los pacientes que piden ayuda en consulta.

Cada día, al despertar, activar nuestro modo consciente, y vivir las cosas pequeñas que vayan sucediendo. Intentar mantener esta consciencia, cada vez que nos descubramos en modo “piloto automático”, volver al momento presente, trayendo de vuelta nuestra consciencia “con cariño y amabilidad”, alegrarnos por habernos dado cuenta y volver al presente.

De este modo, seguro que cada día nos descubrimos disfrutando de algunas pequeñas cosas. Por ejemplo: lo rico que nos sabe el café o una naranja, esa persona que nos sonríe, y muchos detalles más.

Pues bien: El ejercicio que recomiendo es, además de disfrutar esas cosas, anotarlas brevemente y después valorarlas.