En terapia siempre nos encontramos con pacientes que nos plantean la pregunta que da título al post de hoy. Son adultos o adolescentes, digamos que no hay una edad determinada en la que nos importa más o en la que nos deje de importar lo que opinen los demás. Lógicamente, tener en cuenta lo que opinan de nosotros, las personas de nuestro alrededor, es interesante pero no deberíamos darle demasiada relevancia en nuestro día a día, porque es entonces cuando surgen los problemas.

Principalmente, las personas que valoran mucho una opinión favorable de ellos, por parte de su entorno, son personas con una autoestima bastante mermada, por la cual ellos mismos no son capaces de reconocer sus méritos y esperan una aprobación del exterior.

Pero también, nos encontramos con personas que dicen tener una autoestima normal o incluso alta pero valoran mucho como otras personas pueden ver sus comportamientos, si son correctos o no, si están a la altura de la situación. Un ejemplo sería altos ejecutivos que ante una cena de empresa se plantean no ir por cómo les verán los demás o un evento social, como en el típico pueblo, se plantean si estarán a la altura de los que los demás esperan. En este segundo caso, nos encontramos con personas que tienen una gran inseguridad fundada en algo que aún no ha ocurrido y que no tiene por qué ocurrir.

Quizás deberíamos preocuparnos más por hacer las cosas que realmente queremos hacer y que nos hacen ser felices y no hacer que nuestra felicidad dependa de como los demás nos ven o de su aprobación.

 

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