Hace poco escribí sobre algunos trucos para ayudar a los niños a concentrarse más y ser más tranquilos a través del dibujo y la pintura. En esta ocasión sigo con el tema, pero proponiendo otras herramientas: técnicas de Mindfulness.

Los niños de por sí muestran pasión y asombro ante muchas cosas y viven cada experiencia como la primera vez. Aprenden como esponjas y viven en el presente más que cualquiera. De hecho, practican inconscientemente el Mindfulness mejor que nadie, pero también a veces tienen algún momento en que se les va de las manos el control de sus emociones, o les cuesta concentrarse, o dormir…

En este sentido podemos ayudarles a encontrarse con ellos mismos y darse cuenta con detalle de las cosas que pasan en su interior y a su alrededor.

No es que esté insistiendo en que los niños deben estar siempre tranquilos, relajaditos y callados, de hecho un comportamiento de esa forma en exceso no es sano para los pequeños: no debemos nunca intentar que dejen de ser niños.

¿Cómo se beneficia el niño del Mindfulness?

  • Le ayuda a conocer y controlar sus emociones
  • Se concentra mejor
  • Desarrolla la atención
  • Mejora el aprendizaje y el rendimiento
  • Incentiva la creatividad
  • Mejora las relaciones con los demás

Y seguro que hay muchos más beneficios.

¿Exactamente qué hay que hacer?

Se trata de ejercicios muy fáciles para realizar en cualquier momento del día. Hay que tratar de hacerlos lo más atractivo posible, ya que si no el niño no se ve motivado no lo aprovechará.

Pondremos en esta ocasión un par de ejemplos para que veáis que son ejercicios sencillos y que no nos va a suponer un gran esfuerzo, pero hay muchos más que os iremos contando más adelante:

  1. Juguemos a recordar cosas. De camino al colegio (andando o en coche), el niño debe seleccionar 5 objetos (un coche, un edificio, un animal, un árbol…). Tiene que pensar en sus características, todas las que le vengan a la mente, no si es feo o bonito, sino cómo es de grande, qué material tiene, qué color tiene… se trata de que ponga atención al objeto y sea capaz de recordar cómo es.
  1. ¿Qué suena y dónde suena? Pondremos en una caja varios instrumentos u objetos que suenen (campanas, maracas, tambores…). El niño cierra los ojos y tiene que intentar identificar de qué es el sonido y señalar de dónde viene (nosotros al hacer el sonido nos tendríamos que colocar en posiciones distintas con cada objeto).

¿Cuándo hay que hacerlo?

Como todas las cosas, practicar el Mindfulness con niños requiere de paciencia y constancia. Y aunque siempre es bueno crear rutinas, al tratarse de niños no hay que forzar las situaciones ni llevar las cosas al extremo con horarios y tiempos. Es importante que el niño esté dispuesto en el momento determinado y no obligarles.

Un ejemplo de rutina puede ser 2 días a la semana, una actividad de entre 5 y 10 minutos. Depende la edad del niño.

En Conectia Psicología, como expertos en Mindfulness, os animamos a realizar este tipo de actividades con los niños, y por qué no, hacerlo la familia completa y así aprovechar y compartir esos momentos necesarios que las rutinas, el trabajo y las distracciones nos están robando día a día.

Cualquier duda sobre el tema contáctanos en conectia-psicologia.es.

Hasta la próxima.