La natación es un deporte muy completo: Se mueven muchos músculos, se manejan ambos lados del cuerpo por igual, se realiza en un medio que facilita los movimientos, se trabaja la respiración y el fondo físico. En definitiva, se activa todo el cuerpo.

Poco a poco iré desgranando los beneficios de este deporte en sucesivos posts. Pero, en esta primera publicación dedicada a la natación, como psicólogo que practica y recomienda este ejercicio, quería destacar un aspecto que valoro mucho de su práctica: La natación con consciencia. Esta es una idea que proviene de la práctica del Mindfulness. Se trata de dedicar una atención plena cuando estamos nadando.

Por un rato de unos 45 minutos, dejamos de lado las prisas, los objetivos y logros del día a día. Nos sumergimos en el agua y vamos practicando los movimientos del estilo que escojamos, percibiendo cómo se mueve cada parte de nuestro cuerpo y empuja el agua.

Vamos observando cómo respiramos rítmicamente, acompasando la entrada y salida de aire con nuestros movimientos. Sentimos el agua cálida que nos rodea y cómo nos vamos deslizando a través de ella, sin forzar, de la manera más natural posible.

Se trata fundamentalmente de centrarnos en el “Ser más que en el hacer”. En este ejercicio no perseguimos un objetivo determinado. Sólo disfrutar de nuestro Ser, del tiempo que estamos dedicando a cuidarnos a nosotros mismos, valiosos por el hecho de Ser, no por conseguir objetivos ni hacer muchas cosas.

Puedes contactar con nosotros en www-conectia-psicologia.es o llamando al 674 241513 y te ayudaremos con temas relacionados con este artículo o con otros problemas que quieras resolver.