Es cierto que en los últimos años ha habido un repunte de niños diagnosticados con trastorno por déficit de atención e hiperatividad. De hecho, es tan común que ya lo utilizamos en la jerga coloquial y decimos “ese niño es hiperactivo”.

Es verdad que hace 20 años, no había tantos recursos como hay ahora para poder diagnosticar niños con este trastosno, y lo que pasaba en muchas ocasiones es que abandonaban el sistema lectivo porque no eran capaces de atender en clase, se les daba como casos perdidos e incluso se los calificaba como “tontos”.

No obstante, también es verdad que en los países desarrollados podemos estar llegando al sobrediagnóstico. Debido a los avances en la sociedad y las nuevas sociedades, parece que ya no toleramos que los niños se muevan, corran, chillen, molesten y no paren quietos. Por ello, muchas veces los padres acuden preocupados a consulta pensando que su hijo es hiperactivo porque los hiperactivos son los niños que se mueven mucho y el suyo lo hace.

Pues bien, tampoco debemos convertir a los niños en miniadultos. Ellos tienen que explorar, llenarse de barro, tirar cosas, correr y chillar y esto es parte de su desarrollo evolutivo normal. Cuando intentamos que un niño desde los 2-3 años esté quieto en la silla durante toda la comida, que en casa juegue toda la tarde con la Tablet, o en el parque esté sentadito tranquilo haciendo castillos de arena, le estamos  privando de la condición de ser niño, de desarrollarse, de equivocarse, de aprender, de conocer nuevos objetos y situaciones.

Por ello, debemos ser cuidadosos a la hora de calificarlos, porque a un niño si por moverse mucho, esté diagnosticado o no, le decimos que es hiperactivo, que no para quieto, que no es como los demás, le estamos marcando con una señal que le quedará de por vida y le afectará para siempre.

En conclusión, a la hora de poner etiquetas, diagnosticar y señalar, debemos ser extremadamente cuidadosos y tener presente las nuevas sociedades con las que trabajamos, más alarmistas y controladoras pero ayudando a aquellos que realmente necesitan las ayudas y el diagnóstico, así como impedir que estos niños queden diferenciados del resto y disminuidos en sus posibilidades de desarrollarse como los demás.

Gracias,

Jara Estrella Fernández

@JaraEstrellaF