La vida, hoy en día, es muy estresante. Nos obliga a adaptarnos a un ritmo vertiginoso, el cuerpo humano no está preparado para afrontar tanto estrés.

El cuerpo humano tiene mecanismos para afrontar situaciones estresantes. Pero está previsto para situaciones puntuales, no muy prolongadas en el tiempo. Incluso las mejores máquinas, si las sometemos a un gran esfuerzo continuado, pueden romperse. Y una máquina tan compleja y evolucionada como el hombre, tiene muchos mecanismos de defensa, pero no puede hacer milagros. Hay momentos en que suena una alarma, que simboliza que el cuerpo no es capaz de abordar más cosas, más situaciones estresantes. Y esta alarma se vive como una situación de estar agotado, de no poder afrontar los retos de la vida, incluso de no querer vivir. Es una señal que envía el cuerpo, pidiendo que la solución es parar, la inactividad.

Hace unas semanas, vino a mi consulta una paciente con un problema semejante. Tenía mucha ansiedad, llevaba así varios años, con problemas en las diferentes áreas de su vida: laboral, de pareja, social… Siempre había sido un referente de fortaleza entre sus amigos, de no doblarse ante nada. Sin embargo, ahora se encontraba sin fuerzas, su cuerpo había dicho “¡Basta!”.

Le aconsejé varias cosas. Por un lado, acudir a un psicólogo, ayuda profesional, personas que están habituadas a ayudarte cuando no puedes más.

Por otro lado, abordar y resolver los problemas uno por uno. Nosotros utilizamos en consulta la técnica de solución de problemas.

Y darse un descanso. Es el momento de acudir al médico de cabecera, pedir la baja laboral y cuidar mucho el cuerpo: dormir más, comer sano y abundante, salir a pasear, tomar el sol con moderación, darnos algún capricho que nos agrade, hacer meditación tipo Mindfulness.

Una cosa importante cuando nos suceda esto es decirnos que tiene solución con el tiempo, aunque en ese momento pensemos que nunca se arreglará. Si tenemos paciencia y nos dejamos ayudar, el cuerpo se volverá a cargar de energía y volveremos a sonreír.

Aprenderemos de este periodo para intentar, en el futuro, no estresar demasiado el cuerpo, tratar de facilitarle las cosas, mimarnos a nosotros mismos.  Un libro muy interesante, que siempre recomiendo para aprender a cuidarnos: “Sé amable contigo mismo” de Kristin Neff, aplicando las técnicas de Mindfulness al auto-cuidado.

Puedes contactar con nosotros en www-conectia-psicologia.es o llamando al 674 241513 y te ayudaremos con temas relacionados con este artículo o con otros problemas que quieras resolver.