Esta es una pregunta que todos nos hacemos varias veces a lo largo de nuestra vida. Me encuentro triste, ¿Existirá alguna medicina para esto? ¿Debo ir al psiquiatra o al psicólogo?

Lo primero que quisiera señalar es que la tristeza es una de las emociones primarias del ser humano, y como tal es adaptativa, tiene mucha utilidad al haber perdurado durante miles de años.

En segundo lugar y enlazado con el punto anterior, cuando nos ha ocurrido un suceso de pérdida, como puede ser un fallecimiento de un familiar o amigo, una separación o ruptura con una pareja, incluso perder un trabajo o una actividad a la que llevábamos años apegados o un cambio de domicilio, es lógico y normal sentirse triste. Es lo que se denomina duelo y suele durar un mes, dependiendo de los casos y de la gravedad de la pérdida. Si nuestra tristeza es provocada por un duelo, seamos pacientes, la suele curar el tiempo. Sólo si vemos que se prolonga mucho, más de dos meses, nos preocuparemos y acudiremos a un psicólogo.

Hay varios factores que nos pueden indicar que la tristeza que sentimos necesita ser tratada con un especialista:

  • Si la tristeza se acompaña de ideas o intenciones de suicidio, nos conviene consultar con un psicólogo
  • Si la tristeza es duradera, varias semanas seguidas y se acompaña de apatía, desgana, falta de interés por todo, falta de energía, problemas de sueño o apetito
  • Cuando la tristeza que sentimos afecta de forma importante en algún aspecto central de nuestra vida: En nuestra familia, en nuestra actividad social, en nuestro trabajo (dejamos de ir algún día o lo hacemos de forma negligente)

Cuando acudimos a un psicólogo a tratar nuestra tristeza, este nos ayudará de diferentes maneras. Primero a determinar y detallar el problema que no sabemos cómo afrontar. En segundo lugar, nos ayudará a buscar soluciones adaptativas a nuestro problema. Nos ayuda a identificar pensamientos y creencias que intervienen en nuestro malestar y en su caso a irlos cambiando. También el psicólogo nos puede indicar actividades sencillas que nos pueden ir ayudando a salir del estado de ánimo bajo.

En todo caso, hay dos consejos muy interesantes que provienen de Mindfulness. El primero es: Todo pasa. Cuando estamos tristes tendemos a pensar que estaremos así toda la vida, pero esta es una idea irracional que podemos cuestionarnos a nosotros mismos. Todo pasa. Con el tiempo y con ayuda, estaré mejor.

Otro consejo de Mindfulness que podemos aprovechar en momentos de tristeza es Aceptación, no huir de esa tristeza sino encararla, mirar con tranquilidad en nuestro interior qué pensamos, qué sentimos en esos momentos en nuestro cuerpo. ¡Esto nos ayudará a conocernos mejor!

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