Muchas veces los familiares, amigos, parejas no saben qué es mejor, si forzar a la persona con problemas a ir a terapia o esperar hasta que decida él o ella mismo a hacerlo.

En este punto voy a dar mi humilde opinión, porque no hay unas normas fijas como en casi todo lo relacionado con la mente y la salud mental.

Obviamente, voy a comentar en el caso de adultos, puesto que los niños al estar tutelados y no tener desarrollado todo el raciocinio, les tienen que llevar los padres. En el caso de los adolescentes es complejo, todavía son menores y están tutelados por un adulto pero con ellos la obligación y la fuerza no suele ser la mejor alternativa.

En general, ir obligados o a la fuerza es la peor de las opciones. ¿Por qué? Porque la terapia no es como la medicina que el médico es el que decide y hace, y uno sólo tiene que seguir las indicaciones; en psicología el trabajo lo hace el paciente, el terapeuta puede ser un guía y un motivador pero si el paciente no colabora y no quiere trabajar, entonces por muy bueno que sea el psicólogo la terapia va a ser desastrosa.

Lo mejor, es animar a la persona a que vaya, demostrarle que uno va a estar ahí para ayudarle, para acompañarle y que sea él mismo el que tome la decisión.

En el caso de adolescentes, por ejemplo, ofrecerles un refuerzo si van a consulta sería la mejor opción si no quieren ir por su propio pie, o si no es posible a veces a la primera consulta hay que llevarles obligado. Después de esa primera o primeras consultas, el psicólogo tiene que ver cómo puede animarle a acudir a terapia y engancharle para que continúe. Pero si pasadas las primeras sesiones el adolescente sigue empeñado en no ir y no colabora, lo mejor es dejarle ir y esperar a que se encuentre más adelante en un mayor estadio de consciencia de su problemática y decida acudir.

Esto también puede servir en el caso de adultos, como por ejemplo las personas con adicción, en muchas ocasiones los familiares tienen que chantajearles con dejar la relación u obligarles para que se sometan a un tratamiento que necesitan.

Por tanto, forzar a la persona a acudir a terapia no es buena opción. En casos extremos, puede ser viable para que den el primer paso, pero si durante las primeras sesiones no se convencen y colaboran, lo mejor es esperar a que estén más adelante en mejores condiciones de concienciación del problema y puedan dejarse ayudar y solucionar su problemática.

Gracias,

Jara Estrella Fernández

@JaraEstrellaF