Al pensar en el independentismo y las consignas que muchos hermanos míos catalanes han acabado creyendo de tanto repetirlas, pienso en mis pacientes, en mi gabinete de psicología y encuentro muchas analogías.
Cuando observo una persona con depresión, tiene muchas características que son análogas a muchas personas en Cataluña, por muy sanos psicológicamente que estén. ¿No te ha sucedido tener a alguien muy negativo a tu lado, que todo lo ve negro…? poco a poco te acabas contagiando de su visión. Lo llamamos personas cenizas o toxicas, pues intoxican y envenenan a los demás, muchas veces sin saberlo o pretenderlo.
Por una parte, cuando uno está deprimido, todo le parece mal y triste. No es capaz de valorar todo lo bueno que tiene, lo bueno que ha ido construyendo en su vida. Sólo ve lo negativo. No es capaz de disfrutar con todo lo bueno que le sucede. Así, en Cataluña, hay tantas cosas buenas, tantas maravillas, que no saber verlas y valorarlas es para estar algo “ciego” o, cuando menos “ciego selectivamente” que es lo que les pasa a mis pacientes.
Otra cosa que les ocurre a mis pacientes deprimidos es que apenas salen de casa. Piensan que están enfermos y se recluyen en su dormitorio. Cuando consigues que salgan, vean el sol, hagan ejercicio, comienzan a curarse. Gran parte de la enfermedad consiste en compararse con los demás. Piensan que todos los demás son felices y eso les hunde más. Este problema también afecta a muchas personas en Cataluña y se cura saliendo “de casa”, viajando.
Cuando vas a otros países y ves que no están ni mucho menos mejor que nosotros, comienzas a valorar lo bien que se vive en Cataluña y en España. Te atiende el médico gratuitamente, seas quien seas y tengas lo que tengas. Se come fenomenal en cualquier sitio, más o menos caro, no hay problemas de salubridad. Tenemos estupendas infraestructuras, iluminación, agua corriente y limpia en todas partes. Nos protegen los cuerpos de seguridad cuando lo necesitamos. Tenemos estupendos registros de la propiedad, lo que es tuyo no se discute. Cuando miramos fuera, ¿acaso vemos a los demás más felices? ¿Por qué todos quieren venir a España y Cataluña es la región con más turismo de España?
Pensemos bien, miremos más allá de nuestro ombligo, seamos críticos con los mensajes que los medios nos quieran transmitir quién sabe por qué intereses. Y recordemos, ¿Cuántas veces se sale más feo e inestable de una operación estética, o con menos salud? Los cambios, las operaciones quirúrgicas, hemos de dejarlos para las situaciones graves. Si tienes buena salud, no queramos cambiar mucho, quizá perdamos esa buena salud que teníamos.
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