¿No os ha pasado que hay personas que atribuyen sus defectos a los demás o sus miedos?

¿Aquellos que regañan a los demás porque creen que reaccionarían como ellos lo harían?

 

Existe un término en psicología que se denomina transferencia y lo que significa es que pones tus miedos, tus defectos, tus atributos en general en la otra persona. Se llama transferencia porque transfieres o proyectas en la otra persona, le trasladas aquello tuyo y piensas que son atributos de esa persona cuando realmente eres tú quien lo está viendo así.

Un ejemplo de ello es cuando está una pareja discutiendo y el que es celoso le atribuye al otro celos por cualquier cosa cuando no es así.

Es algo que nos pasa a todos de manera muy común, normalmente no nos damos cuenta y puede ser muy dañino.

Nos puede pasar a todos, pero en terapia es especialmente peligroso tanto por el lado del terapeuta que le atribuya al paciente sus miedos por ejemplo, y entonces actúe como si fueran de él aunque no sea así, o por el lado del paciente que lo atribuya al terapeuta.

 

Por ello, tenemos que pensar muy bien lo que le vamos a recriminar al otro teniendo en cuenta la posibilidad de que puede ser que no seamos justos y le estemos aplicando a esa persona algo que no es así.  Siendo conscientes, reflexionando y no actuando por impulsos nos puede quitar muchos disgustos, discusiones y conflictos.

 

Jara Estrella Fernández

@JaraEstrellaF