La asertividad consiste en comunicar de forma efectiva nuestra postura a otra persona. Podríamos decir que se encuentra en el centro de un continuo entre pasividad, no decir lo que pensamos o edulcorarlo y agresividad, imponer nuestra opinión con gritos o malos modos.
Decimos que una persona es asertiva cuando es capaz de expresar sus sentimientos, pensamientos e ideas de manera efectiva; lo que implica que dice de manera clara y honesta lo que piensa, siente u opina sin dañar o agredir a los demás.
Dimensiones de la asertividad:
Una persona asertiva tiene los siguientes comportamientos:
- Capacidad de decir NO.
- Capacidad de pedir favores y hacer peticiones.
- Capacidad de expresar sentimientos positivos y negativos.
- Capacidad de iniciar, continuar y terminar conversaciones generales.
Algunas técnicas de asertividad:
En Conectia Psicología hacemos ensayos, role play, donde el cliente puede practicar estas técnicas jugando diferentes papeles. Unas veces hace el papel de asertivo y otras veces juega el papel de crítico, contrario manipulador.
- “El banco de niebla”. La técnica del banco de niebla puede utilizarse cuando nos critican o nos aconsejan y lo percibimos como un intento de manipulación. Se trata de dar la razón al contrario en parte, pero dejando la decisión de actuar, el juicio último de nuestra actuación, en nuestra mano. Sirve para disminuir la urgencia de una actuación por nuestra parte, demandada por un contrario que intenta manipularnos. Un banco de niebla es algo visible pero intangible. Cuando alguien intenta tocarlo o golpearlo no puede, se pierde en su propia inercia. Un banco de niebla dificulta el ataque del oponente. Resiste sin aplicar fuerza.
- “El disco rayado”. Esta técnica consiste en repetir nuestra opinión, tantas veces como el otro nos oponga una excusa, sin levantar la voz, sin gritar en ningún momento, pero sin ceder al intento manipulativo de la otra persona. A lo sumo podemos acabar con un compromiso viable, que nos satisfaga tanto a nosotros como a la otra parte. Esta técnica no es para aplicarla en todas las ocasiones. Y, en particular, no debemos aplicarla cuando se trata de un tema legal o ante alguna autoridad. Es bueno utilizarla cuando nos intentan manipular, emocionalmente o de otras formas y no tenemos intención de ceder.