Todos alguna vez hemos hecho alguna cosa o hemos ido a algún sitio porque considerábamos que la otra persona nos necesitaba para ir a ese sitio o hacer tal cosa, por ejemplo, ir con un amigo y su nuevo grupo de amigos de la universidad por si no se siente a gusto poder tener a alguien de apoyo cerca o dejar de ir a un evento organizado, con anterioridad, para quedarnos en casa porque nuestra pareja ha cogido una indigestión. Pero, en estas situaciones expuestas realmente hacemos las cosas porqué queremos hacerlas y sentir que nos necesitan o porqué de verdad nos necesitan para superar esa indigestión o esa primera quedada con amigos nuevos.

Siento informaros que la mayoría de las veces actuamos más porque nos creemos necesarios que porque realmente la otra persona nos necesite. Podríamos verlo como si fuésemos personas altruistas que no vamos a un evento planeado por cuidar de alguien cercano, pero no. Realmente somos egoístas pues lo que nos gusta y/o buscamos es esa sensación de sentirnos importantes para una persona en un determinado momento. Somos capaces de cambiar planes y de reorganizar toda nuestra semana, mes o incluso la vida, basándonos en que en otros nos necesitan, pero ¿somos felices supeditándonos a esa creencia de que nos necesitan?

La respuesta es simple, no somos felices. Pues por sentir ese sentimiento, falso, de ser necesario para alguien, estamos cortándonos nuestras alas para realizar cosas que si nos harían felices. Y vosotros, tras leer el post, ¿recordáis alguna situación en hayáis actuado así?

 

Puedes contactar con nosotros en www-conectia-psicologia.es o llamando al 674 241513. Estamos en Calle Puerto Rico, 8A, zona Hispanoamérica / zona Costa Rica, 28016 Madrid. Te ayudaremos con temas relacionados con este artículo o con otros problemas que quieras resolver.