Se está representando estos días la obra de teatro “Vania” en Teatros del Canal. Me hizo reflexionar sobre la sensación de vidas vacías y la tristeza y cansancio vital que invaden a tantas personas.

Tío Vania pasó muchos años de su vida cuidando la finca de su cuñado, al que tiene sobrevalorado e idolatrado. Cuando se da cuenta del fraude de persona que es su cuñado, se plantea el tiempo perdido y su vida vacía. Alrededor de esta familia están la segunda mujer del señor, Elena y su hija Sonia. La propia Elena también ha seguido a su marido, mucho más mayor, engañada por un ascendiente que es pura fachada. Y Sonia se enamora del médico que atiende a su padre, mientras que este doctor se enamora de Elena. Amores que llevan a desear lo que no tenemos y convierten nuestra vida en llena de sueños y vacía de realidades.

¿Cuándo una persona que mira su vida se encuentra a gusto? En mi opinión, esto sucede cuando ha vivido de forma coherente con sus certezas. El vacío surge cuando uno de da cuenta de que ha vivido engañado, cuando ha vivido la vida que otros le han impuesto, sin creer en ella ni vivirla genuinamente, ya sea su vida alegre o triste vista desde fuera. Cuando hacemos aquello en lo que creemos, nos sentimos a gusto con nuestro “personaje” sin querer ser otro, ni vivir la vida de otro, entonces nos sentimos bien, sabemos que no hemos vivido un fraude. Y no se trata de la cantidad de cosas que hayamos hecho en nuestra vida, ni de su calidad o valor, si no de haberlas hecho convencidos y a gusto.

Nunca una vida está objetivamente vacía. La vida se compone de pequeños momentos que vamos viviendo. El truco es ser consciente de cada momento, intentando no vivir en modo “piloto automático”, soñando despiertos y reviviendo una vida pasada o anticipando una futura. Cada vez que nos descubramos en modo “piloto automático”, volvamos nuestra consciencia, con cariño y amabilidad, al presente. Lo que sucede en ese momento es nuestra vida real. Definirla como bonita o fea sería juzgar y comparar y eso nos hace daño: Supondría, de nuevo, mirar hacia otro lado para comparar con otros y no aceptar lo que uno tiene.

Puedes contactar con nosotros en www-conectia-psicologia.es o llamando al 674 241513. Estamos en Calle Puerto Rico, 8A, zona Hispanoamérica / zona Costa Rica, 28016 Madrid. Te ayudaremos con temas relacionados con este artículo o con otros problemas que quieras resolver.