Hay personas que dicen que son más de mente, más mentales, que dedican más tiempo, motivación y esfuerzo a cuidar sus conocimientos. Otras, se declaran corporales en el sentido de dedicarse exclusivamente a cuidar su cuerpo. Pero….¿Esto es así? ¿Se puede trabajar lo uno sin lo otro? ¿Es saludable?
Desde la antigüedad, desde Platón y la época griega si no más allá, siempre ha habido esa separación entre cuerpo y mente, por un lado identificaban los músculos, el sistema nervioso, el sistema inmunodepresor y la piel; y por otro lado la conciencia, los conocimientos, el saber.
Hasta nuestros días, muchas personas siguen pensando que existe esa separación. ¿Es realmente cierto? Cada vez hay más estudios que demuestran que no, que no son dos factores divisibles sino dos factores interrelacionados, interconectados que afectan en uno u otro sentido el uno al otro.
Por ejemplo, ¿No habéis pensado por qué cuando estamos relajados, de vacaciones o en findes de semana muchas veces enfermamos? Esto se produce porque cuando estamos en situación de estrés, que suele ser lamentablemente en la que vivimos durante la semana o durante los meses de jornada laboral, el sistema de alarma está activado, todos los sistemas funcionan a alto rendimiento para poder superar todos los retos y dificultades que presenta el día. No obstante, en cuanto nos relajamos, el sistema inmunodepresivo tiene que recuperarse de ese esfuerzo y desciende; por lo que en ese momento aprovechan los virus y las bacterias para atacarnos y pillarnos con las defensas bajas.
También otro ejemplo puede ser cuando nos dedicamos horas y horas a pensar sobre un problema, al final hasta sentimos el cuerpo fatigado aunque hayamos estado sentados; puesto que la tensión a nivel mental, también se transmite a nivel corporal.
Por todo ello, no debemos nunca olvidar que son dos factores indivisibles, mente y cuerpo son uno, se deben trabajar y cuidar ambos puesto que un descenso en uno puede afectar al otro y viceversa. No obstante, como he comentado en el ejemplo; aunque en actividades que parece que uno de ellos es el predominante, no debemos olvidar que el otro también está trabajando y actuando. Si tenemos esto en cuenta, seremos más conscientes y seremos capaces de predecir y controlar los efectos que producen el uno sobre el otro.
Gracias,
Jara Estrella Fernández