Ya han terminado las vacaciones de verano y en todos los hogares se vuelve a la rutina y, por tanto, los peques de la casa al colegio. A mí nunca me gustaba volver al colegio y mucho menos oír la canción de “volver a empezar” del CorteInglés que anunciaba desde finales de Agosto la fatídica vuelta. Pero de esto último, los niños se libran, ya que, actualmente, no se emite ese spot publicitario.
Pero como padres podemos llevar a cabo determinados tareas con el fin de facilitar la adaptación de los peques. La primera de ellas es que una semana antes de empezar el colegio, como mínimo, empezar a usar el horario escolar, es decir, se deben acostar antes y levantarse antes. Con esto no sólo adaptamos el ciclo del sueño al nuevo horario de forma paulatina sino también los horarios de las comidas. También, podemos ir con ellos a recoger sus libros de textos y mirarlos juntos en casa, organizar el material escolar y prepararlo para el nuevo curso.
En segundo lugar, tenemos que tener cuidado con los comentarios que hacemos sobre la vuelta a la rutina, siempre tienen que ser positivos. Ya que aunque nosotros hagamos comentarios negativos sobre nuestra vuelta al trabajo, los niños pueden extrapolarlo a su situación, generándoles negatividad hacia el colegio. También, podemos realizar comentarios positivos relativos a que va a ver a sus amigos, etc.
Finalmente, también podemos acompañarles al colegio los primeros días de clase y recogerles a la salida, para que sientan apoyados. Y no olvides, que es normal que al despedirse al entrar en clase, tanto él como tú, lloréis.
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