En este periodo de crisis económica que estamos pasando, es de sobra conocido el papel de los abuelos en el sostenimiento de muchas familias.
Hace unos días hemos celebrado “el día del abuelo” y quería aprovechar para escribir algunas reflexiones sobre la figura de los abuelos, desde el punto de vista psicológico:
- Aportan mucho cariño y atención a los nietos, que muchas veces los padres no pueden dar o no tienen tiempo de ofrecer, en esta época tan estresante y demandante. Muchas veces hacen el papel de canguros, cuidar durante el día de sus nietos mientras sus hijos trabajan para mantener a la familia.
- Cohesionan a la familia que ellos engendraron. Junto a los abuelos, se reúnen sus hijos y los hijos de sus hijos, que se mantienen unidos por ese vínculo de abuelos comunes. Esto favorece que las familias mantengan una semejanza, un parecido familiar, fruto de la educación de los abuelos que se transmite a dos generaciones.
- Transmiten los valores de su generación. Aportan la pausa necesaria, fruto de su experiencia, en este mundo tan cambiante. Así, no perdemos ciertos valores que los abuelos preservan y que la sociedad actual no quiere o no tiene tiempo de valorar.
- Aportan cuidados materiales a su familia. Los abuelos actuales se criaron en unas circunstancias de austeridad y carencias que les enseñaron a valorar lo que se consigue. Ahora, comparten con su familia sus bienes, su vivienda, incluso su casa de veraneo en el pueblo, playa o montaña. Cuidan siempre de proveer a sus hijos o nietos que más lo necesitan, asegurando muchas veces incluso su subsistencia.
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