Generalmente, los niños a los 4 años deben haber mostrado una tendencia hacia uno de los hemisferios cerebrales, el izquierdo que domina la parte derecha del cuerpo y el pensamiento lógico, o el derecho que domina el lado izquierdo y el pensamiento artístico.
Cuando era pequeña, hablo de mucho más de los 10 años porque lo recuerdo como ayer, tenía la capacidad de manejarme de igual manera con las dos manos: podía escribir, comer, dibujar (incluso hacer estas tareas a la vez con ambas manos), y para mí era una gracia poder hacerlo y me pasaba ratos con papel y lápiz demostrándome a mí misma, y a mis amigos que me veían como bicho raro, cosas que podía hacer. Pero se me recomendó dejar de utilizar la mano izquierda. Según algunos especialistas, esta condición de utilizar ambas manos puede acarrear a problemas de aprendizaje, confusión, desorientación e inseguridad, cambios bruscos de humor, problemas de lenguaje, hiperactividad y otros.
Las personas que utilizan ambas manos con la misma habilidad, ya sea de forma innata o entrenada, se llaman ambidiestras. Estas representan a penas un 1% de la población.
Los ambidiestros innatos son los que utilizan ambos hemisferios para todas las tareas, y los entrenados o cruzados son los que especializan algunas tareas en un hemisferio y otras en otro.
Un dato curioso…
En la antigüedad se creía que la mano derecha era la buena y ser zurdo era mal visto y estaba asociado con maldad. Por esta razón muchas personas zurdas pasaron a ser diestras forzadas (aunque en realidad se conviertieron en ambidiestras por entrenamiento), se vieron obligadas a entrenar su mano derecha.
De estos tiempos también surgen las expresiones de «lavantarse con el pie izquierdo» cuando tienes un mal día, y hasta la palabra «siniestro» (que viene de izquierdo) ahora es asociada con malintención, funesto…
En fin, ahora iré a probar con mi lápiz y papel qué tan desentrenada estoy de la mano izquierda. Mientras os recordamos que para cualquier duda con este tema u otros, podéis contactar con conectia-psicología.es.