¡Buenos Días! Mira un momento la ropa que te has puesto hoy… ¿Qué color llevas?

Tal vez a la hora de elegir tu ropa de hoy no te haya pasado por la cabeza que era porque según tu estado de ánimo te apetecía ese atuendo, o sí, directamente has dicho que hoy te querías rojo. Muchas veces lo hacemos de forma inconsciente pero el color y estilo de nuestra ropa se relaciona mucho con nuestras sensaciones.

Los colores vivos suelen estar ligados al optimismo y la energía, los claros a la calma y los oscuros y grises a la sobriedad.

Concretando un poco más:

El blanco se asocia a la pureza, la luz, la limpieza y la salud. ¿Por qué crees que se viste de blanco una novia? ¿Y por qué lleva el médico la bata blanca?

Algunos también lo relacionan con la creatividad y el equilibrio, al ser la mezcla de todos los colores.

El negro representa elegancia, estilo. También se asocia a la inteligencia, fíjate en la vestimenta de graduación de muchos centros.

Pero también representa la oscuridad, y el luto y la tristeza. Cuando te sientes “apagado” recurres a prendas oscuras o neutras.

Algo similar ocurre con el gris en cuanto a transmitir melancolía.

El rojo sin embargo es para no pasar por desapercibido ni un instante. Es el que más llama la atención. Lo usas cuando te sientes alegre, con energía y con un subidón de autoestima. También es el color de la pasión. Suele ser a veces un color agresivo.

El amarillo es también un color alegre y optimista. Implica felicidad y risas. Se dice que ayuda también a la creatividad y al bienestar. No es utilizado frecuentemente para vestir porque suele saturar un poco la vista, pero aunque sea en algún complemento puedes reflejar el sentimiento.

Lo mismo que el amarillo pasa con el naranja.

Por su parte el azul, el cual es muy utilizado y preferido por muchos, se asocia a la calma y tranquilidad. Relaja, y ayuda a la concentración.

Implica también lealtad y seguridad. Muchos uniformes son azules. Y seguramente en algún momento has acudido a una entrevista de trabajo vistiendo de azul.

El verde está ligado a la Naturaleza, al crecimiento, a la esperanza, a la frescura. No se suele llevar mucho porque no es fácil de combinar.

El morado se asocia a lo majestuoso, a lo próspero y a la riqueza. Se utiliza mucho en la realeza.

El marrón sugiere estabilidad, orden y responsabilidad. Pero también suele asociarse con lo sucio y la enfermedad. Es posible que el solo hecho de vestir de marrón te haga sentir más decaído o enfermo.

Después de haber leído esto te aseguro que en algún momento te fijarás en las cosas que tienes en tu armario, en cómo van vestidos los demás, y te pondrás a buscar alguna relación con tu ropa y tu estado de ánimo.

Es cierto que no tienes por qué tener todos los colores en casa, y algunas veces utilizas uniforme y te limita a elegir lo que te apetezca llevar, o eres de la idea de que cierto color no te va bien físicamente, pero fíjate que en algún complemento, maquillaje o accesorio también puedes llevar un color que vaya a juego con tus emociones.

¡Hasta la próxima!