Buenos Días, hoy estamos con la vena artística, no os daremos una cátedra de Historia del Arte ni mucho menos, para eso están las enciclopedias y los propios museos, pero queremos compartir con vosotros un dato curioso que, a pesar de haber sido hecho público hace menos de 4 años y que algo hayáis escuchado, es posible que no sea del conocimiento de muchos, yo de hecho lo he conocido hace unos días en una visita al Museo, no sabíamos que teníamos una réplica con tanto misterio.
Casi todos hemos visto de alguna forma la imagen de este cuadro tan famoso de Leonardo da Vinci: La Mona Lisa o Gioconda. De dicha pintura se ha hablado un sin número de veces, es famosa por su enigmática sonrisa y hay miles de teorías al respecto. El cuadro original del pintor está expuesto en el Museo del Louvre de París.
En el Museo del Prado en Madrid se exhibe lo que se consideró hasta hace poco una versión más, pintada por un autor que aún no se conoce a ciencia cierta. Hacia 2011 se realizaron estudios técnicos para su restauración, ya que iba a ser prestada al Louvre para una exposición un año más tarde.
Lo que arrojaron estos estudios:
- Descubrieron un paisaje. La versión de la Mona Lisa del Prado tenía un fondo oscuro hasta ese año. Se utilizó la radiografía y la reflectología para descubrir que tenía detrás un paisaje igual al del cuadro original. Esa cubierta oscura fue retirada y hoy vemos el cuadro completo.
- Tienen el mismo esqueleto. También con estas y otras técnicas se pudo ver que desde los bocetos hasta el final de la obra, se repite todo el proceso: dimensiones idénticas, las mismas correcciones… Esto es imposible en una simple copia posterior, ya que no se pudo haber conocido dicho proceso creativo si no se estuvo allí.
- De la misma madera. Otros estudios indican que se utilizó el mismo tipo de madera de nogal, quizá del mismo árbol. Durante mucho tiempo, los expertos creyeron que la obra del Prado había sido pintada en roble, de ahí surgieron teorías sobre la procedencia del autor que con el descubrimiento han sido desmontadas.
La conclusión:
Uno de los alumnos más cercanos a da Vinci pudo haber sido el autor, pintándolo en el mismo taller y a la vez.
Diferencias con la original:
- Unos centímetros más. Por esta razón vemos las columnas laterales más grandes.
- Ligera variación de la perspectiva. Es lógico aunque se haya pintado a la vez en el mismo estudio, no es posible colocarse en el mismo lugar dos pintores a pintar un cuadro.
- Paisaje inacabado. Tal vez por esto unos años después se cubrió el paisaje del barniz negro que impedía verlo.
- La Gioconda madrileña tiene cejas, aunque sean muy finas. La de París no.
- Parece haber encontrado la fuente de la eterna juventud. Debido a que ha sido conservada en mejor estado que la original, la Mona Lisa española aparenta muchos años menos. Esto también arroja que la mujer que fue retratada era más joven de lo que se creía.
¿A que parece curioso? Estos descubrimientos posiblemente nos llevan a muchas preguntas más aún sin resolver: ¿Cuál es la verdadera Gioconda? ¿Ha intervenido la mano de da Vinci en la pintura del Prado?…
Mientras, os animamos a poner un poco más atención en el arte, es interesante relajarse y contemplar un cuadro de vez en cuando, aunque no seamos expertos y aunque no sea nuestra pasión, dar nuestro punto de vista y sacar nuestras conclusiones. Nos sorprenderíamos de muchas cosas.
Hasta la próxima. Seguro pronto nos veremos por algún museo.