Parecería que el ser diestro o zurdo es una característica más de la persona, tan irrelevante como ser rubio o moreno. No es tan trivial el asunto.
Por una parte, los diestros somos mayoría en la sociedad. Esto significa que los inventos y cuestiones técnicas se han adaptado a los diestros.
Por ejemplo, los pasamanos de las escaleras, se encuentran a la derecha. De esta manera, las personas diestras, si tropiezan, pueden agarrarse con su mano más operativa y fuerte, la derecha. Sin embargo, los zurdos tienen más probabilidades de caída. También los coches se diseñan y fabrican adaptados a los diestros, con la palanca de cambio a la derecha, acelerador y freno manejados por la pierna derecha, cuadro de mandos manejado con la mano derecha.
Es decir, en una sociedad y en un ambiente donde la tecnología ocupa un lugar destacado en nuestras vidas, las personas zurdas tienen más probabilidades de sufrir accidentes.
Otra característica de las personas zurdas, en general, es que desarrollan más la parte contra-lateral del cerebro, es decir, la derecha en su caso. El hemisferio derecho se asocia con la creatividad, con el pensamiento divergente. Por tanto, estas personas suelen tender más a la actividad artística, a una vida menos ordenada u organizada, a actividades creativas.
También esta última característica puede verse como un factor de riesgo para su supervivencia. Al tener más creatividad que racionalidad, se ocupan menos de factores técnicos y de planificar su futuro. Sin embargo, es más probable que, al vivir al día, sean mucho más felices y carentes de ansiedad.
Obviamente, todo lo dicho anteriormente son aspectos generales, que nunca se dan de modo extremo en una persona, si no matizados por el ambiente de cada uno.
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