En terapia nos encontramos muchas veces con la pregunta que da título al post de hoy.
Nuestros pacientes nos la dicen en relación a diferentes entornos o situaciones, pero en todos los casos hacen referencia a lo mismo. Suelen venirnos padres diciendo que sus hijos no les hacen caso cuando les han dicho que no jueguen con tal cosa o que tengan cuidado que van a romper algo, o un hombre o mujer diciendo que su pareja ha hecho una cosa que sabía que le iba a molestar. Estas personas nos vienen angustiadas porque piensan que sus hijos no les hacen caso y que encima lo que hacen, lo están haciendo para molestarles. Igualmente, en los temas de pareja, nos encontramos con situaciones donde uno de los miembros dice lo hace para cabrearme porque sabía que eso no me gustaba.
En algunas circunstancias es posible que tanto los hijos como la pareja actúen de ese modo para molestar y hacer daño al otro, pero en la mayoría de los casos no es así. La cuestión reside en que tanto la madre como la pareja que ha dicho “no hagas tal cosa”, no ha explicado a la otra persona que si hace tal cosa le va hacer daño. Al no explicar que si rompen ese objeto, ella se va a enfadar pues tiene un valor sentimental, o si haces tal cosa a mis espaldas voy a sentirme dolido. Da lugar a que tantos los hijos como la pareja no entiendan el significado real que tiene la frase “no hagas tal cosa”.
Por lo tanto, no son los demás los que no nos hacen caso y nos hieren, somos nosotros los que no explicamos correctamente que queremos que hagan los demás y el por qué queremos que hagan o no hagan una determinada cosa.
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