Hace unos días tuve la oportunidad de asistir a una jornada sobre Movilidad Inteligente, organizada por Executive Forum, al que su director, César Chiva, tuvo la amabilidad de invitarme. Allí escuché varias novedades en el campo de Smart Mobility (Movilidad Inteligente en castellano), que últimamente está de moda, parece que se acerca su momento y será una realidad en poco tiempo.
En breves palabras, movilidad inteligente trata sobre cómo aprovechar la tecnología para ayudar a las personas a moverse de un sitio a otro, ya sea proporcionándole información en tiempo real e incluso ofreciéndole soluciones de transporte cada vez más autónomas e “inteligentes”. ¿Qué significa que un vehículo sea inteligente? Es una analogía con la inteligencia humana. El ser humano percibe múltiple información a través de los sentidos, después integra toda esta información con otra en su cerebro y prepara una respuesta. Esto mismo es lo que intenta hacer un vehículo inteligente.
A continuación describo algunas de las ideas que escuché, que tienen cierta relación con la psicología:
- ¿Sabías que, en las ciudades cada año se producen 1,3 millones de muertes por accidentes de tráfico? Otro dato: El 30% de las congestiones (atascos) en las ciudades los provocan vehículos en busca de aparcamiento. Todo esto podría paliarse con el uso de coches autónomos, que optimizarían las distancias y la movilidad en atascos, sabrían dónde está el mejor sitio para aparcar, reducirían el riesgo de accidentes.
- En las ciudades, la persona requiere utilizar una herramienta de transporte multimodal, que integre toda la información, en tiempo real, del transporte público, parkings, bicicletas y coches compartidos. Sólo así podrá optimizar cada desplazamiento entre el punto A y el punto B, muchas veces uno de ellos en el extrarradio.
- Hay que adaptar las normas de tráfico para incluir la conducción autónoma. En España se está avanzando muy rápido en este aspecto, respecto al resto de Europa. Analizar el reparto de culpas, ya sea de la persona a cargo del vehículo o de la empresa constructora del coche que fuese totalmente autónomo. España es pionera en pruebas de vehículos autónomos y no ha ratificado la convención de Viena que obliga a que detrás de todo vehículo haya siempre un conductor. De esta manera abre la puerta a la posibilidad de vehículos totalmente autónomos en un futuro no muy lejano.
- El ejemplo que se puso como el ideal que significaría que la conducción autónoma sea un hecho consolidado en un futuro, sería que pudiera enviarse a los niños al colegio solos, confiando plenamente en que un vehículo sin conductor puede llevarlos sin más intervención humana. Imaginemos el avance que esto supondría en lo social, facilitando el transporte a todas las personas, ya sean niños, ancianos o discapacitados.
- El mundo de los seguros de automóvil cambiaría, ya lo está haciendo, hacia el “pago según tu estilo de conducción”, cuando pueda integrarse toda la información de cada trayecto recorrido por cada vehículo. Los vehículos más agresivos e infractores de normas, tendrían un riesgo superior y por tanto una prima más alta en el seguro. Así los precios serían más justos.
- La D.G.T. está preparando una “plataforma de vehículos conectados” que va a salir en 2018 y que se irá actualizando e integrando nuevas funcionalidades. Esta plataforma tendrá el único fin de ayudar a los conductores y nunca afán recaudatorio o culpabilizador. Integrando toda la información de vehículos, gasolineras, puntos de observación (ITS los denominan), paneles de información variable, puede ofrecerse información de ida y vuelta a los vehículos, en tiempo real, para prevenir posibles encuentros con accidentes y atascos, etc. Si cada vehículo informa de sus aspectos técnicos en tiempo real a esta plataforma (frenazos, uso de ABS, luces de niebla, etc.), pueden conocerse incidencias de tráfico o meteorológicas y enviar esta información a los conductores que transiten por cada punto.
- Según la D.G.T. en su programa 0, se tiende a que en 2040 haya cero muertos en accidente, cero atascos, cero contaminación por vehículos. Para ello se basarán en fomentar la utilización de vehículos conectados y autónomos.
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