Muchas personas alardean de su sinceridad. Dicen: “es que soy muy sincero”; destacándolo como un rasgo positivo ¿Es así? ¿Existen personas que diríamos que su sinceridad es un rasgo negativo?
En principio, la palabra sinceridad tiene asociada simbología positiva. Cuando nos comentan que una persona es sincera lo vemos como un rasgo positivo, dice lo que piensa y, ¿desde cuándo decir uno lo que piensa no es bueno?
Pues mucho cuidado con aquellos que alardean de ser sinceros. La sinceridad puede ser un rasgo negativo dependiendo cómo la definas o cómo la consideres.
Decir lo que uno piensa es positivo, hay que decir lo que uno piensa. Ahora, lo que no es positivo es decirlo sin filtros, sin tener en cuenta al otro, el contexto y la situación.
La sinceridad es positiva cuando somos asertivos, es decir, decimos lo que pensamos teniendo en cuenta al otro, no dañándolo y expresándolo de la manera que seamos fieles a lo que pensamos y no estemos dañando al otro, lo estemos considerando y diciéndolo de la mejor manera para que lo entienda y lo asimile.
Podemos decir lo que pensamos, pero está claro que no lo vamos a decir de la misma manera a nuestra madre que a nuestro jefe. Por tanto, debemos saber modular el lenguaje, la entonación y escoger las palabras adecuadas para que en uno u otro caso sea efectiva la comunicación y tenga el efecto que deseamos.
Puede ser que haya personas que aunque lo expresemos de manera asertiva no quieran aceptarlo o se quejen, pero por lo menos ahí hemos hecho lo posible, no podemos controlar las reacciones de los demás pero sí podemos colaborar a comunicarnos de la mejor manera posible. Ahí el otro decidirá si le compensa ese comportamiento o no, pero por lo menos tenemos la conciencia tranquila de no haber ido a dañarle, no haberlo comentado sin filtros ni habilidades sociales.
Por todo ello, la sinceridad es positiva si lo realizamos de forma asertiva; diciendo lo que opinamos teniendo en cuenta al otro y adaptando la comunicación; siendo habilidosos. De esta manera, tendremos más probabilidades de conseguir nuestros objetivos y tener relaciones más saludables.
Gracias,
Jara Estrella Fernández
