Como comentaba anteriormente en otros posts, hemos llegado a evolucionar, a ser una sociedad cada vez con más comodidades. Esto, entre otras cosas, hace que seamos más sensibles a los eventos negativos, los vemos como horrorosos. Cuando estamos enfermos, cuando tenemos un problema lo vemos como un problemón y nos nubla y afecta a todo.
Me gustaría presentaros una metáfora para reflexionar sobre estos aspectos. Se denomina:
METÁFORA DE LA BURBUJA EN LA CARRETERA (¿ME LLEVAS O QUE?)
(Tomado de Hayes et al., 1995)
Suponga una burbuja de jabón. ¿Ha visto cómo las burbujas grandes tocan a las pequeñas y las pequeñas son absorbidas por la grande? Imagine ahora que usted es una burbuja de jabón y se mueve por el camino elegido. De repente, otra burbuja aparece y se pone frente a usted y le dice “stop”. Para un momento e intenta esquivarla. Pero, cuando se mueve, la burbuja le bloquea; si va hacia arriba, la burbuja se pone arriba, si va hacia abajo, la burbuja se pone abajo. Sólo tiene dos opciones: puede dejar de moverse, pararse, o bien puede tomar la burbuja dentro de usted, abriendo las puertas del corazón al contenido que sea, y continuar en la dirección valiosa con esa burbuja dentro. Este movimiento es lo que significa estar dispuesto o abierto. Sus barreras ahora mismo son “no estoy dispuesto, no quiero, no puedo con tanto dolor, tristeza…”. Ellos están realmente dentro de usted, pero
parece que estuvieran fuera. Estar abierto a esas barreras no es un sentimiento o un nuevo pensamiento, es lo de menos, es una acción que responde a la pregunta que la barrera le hace cuando se pone delante de usted: ¿me vas a tener dentro porque eliges hacerlo, o no? Para caminar por la dirección valiosa, debe responder sí, pero eso es algo que sólo usted puede hacer; sólo usted elige moverse de un modo u otro.
Lo que nos enseña esta metáfora es que cuando ocurren eventos negativos, en vez de maximizarlos y convertirlos en muros infranqueables, debemos comprender que son parte nuestra y debemos aceptarlos e integrarlos al igual que los eventos positivos. Sino, lo que haremos será evitarlos y por tanto se convertirán en muros cada vez más altos, más fuertes que no nos dejaran continuar nuestro camino hacia la realización de las cosas realmente importantes, de disfrutar de nuestra familia, amigos e ir hacia nuestros valores o aquello que es realmente importante para nosotros. Cuando lo aceptamos y lo integramos como una parte más de nuestra vida, es cuando le quitamos peso, dejan de interrumpirnos o bloquearnos el camino y podemos seguir avanzando y dedicando el tiempo a lo que realmente nos interesa y nos aporta.
Gracias,
Jara Estrella Fernández