Vivimos en una sociedad del consumismo y el hedonismo. Nos inculcan desde los distintos medios, la sociedad y la cultura, que el objetivo en esta vida es tener felicidad, y la felicidad se vislumbra como algo positivo, exclusivamente positivo donde lo negativo se deja fuera, se aparta, se aísla porque sólo podemos ser felices si todo lo de nuestro alrededor es bueno y perfecto. En los programas de televisión nos enseñan personas felices, y son aquellas que viven en mansiones y se dedican a viajar en yate con sus amigos y parece que no tienen problemas de ningún tipo…
Pero…¿Realmente eso es la felicidad? ¿Sólo se puede alcanzar la felicidad cuando todo a tu alrededor es bueno?¿Y existe alguna persona en este mundo, la cual no tenga problemas, ni disgutos, ni dificultades, ni discusiones en algún momento de su vida?
Esta idea cultural y global de que las personas felices son las que todo a su alrededor es bueno; a lo único que nos lleva es a sentirnos infelices y desdichados porque ninguno sentimos que todo en nuestra vida sea bueno y perfecto.
Además….¿todo lo negativo es malo? ¿Llorar por la muerte de un ser querido no alivia? ¿Sufrir durante una carrera o una competición deportiva o por conseguir algún objetivo no produce al alcanzarlo una sensación positiva de bienestar y orgullo por lo conseguido por uno mismo?
No obstante, también hay situaciones en las que hay sensaciones de tristeza, soledad, enfado que no parecen tener nada positivo. Pero esas sensaciones y sentimientos también son parte de nosotros, también las necesitamos.
La vida sin tristeza y sin sentimientos negativos no existe. Por ello, si nos empeñamos en buscar la felicidad en el abandono de los sentimientos negativos estamos abandonando una parte de nuestra vida, no vamos a ser capaces de ir hacia donde queremos porque ellos siempre están con nosotros queramos o no.
La felicidad es ir hacia tus objetivos, tus metas y tus valores sin importar que haya sentimientos negativos que vayan contigo, ellos también son parte de ti, y en el momento en el que los aceptamos y dejamos que viajen con nosotros, es el momento en el que estamos yendo hacia el camino que queremos seguir, hacia nuestros propósitos y objetivos que son los que nos van a dar realmente eso que denominamos FELICIDAD.
Jara