El criterio para hablar de sobrepeso y obesidad se basa en una medida llamada Índice de masa corporal (IMC), que se calcula así: IMC = Peso (kg) / (Altura (m) x Altura (m)). Por ejemplo, una persona que pese 80 kg y mida 1,75 m, tendría un IMC = 80/(1,75 x 1,75) = 26.
Pues bien, si nuestro IMC está entre 20 y 25 podría decirse que estamos en un peso normal. Si el IMC está entre 26 y 29, se habla de sobrepeso. Y si el IMC es mayor o igual a 30, hablamos de obesidad.
Seguramente hayas oído que sobrepeso y obesidad no paran de crecer en la sociedad Occidental (y en Oriente también). De hecho, en la Comunidad de Madrid hay actualmente un 60% de adultos con sobrepeso u obesidad, la tasa se ha multiplicado por 3 desde 1980. Esta tendencia tiene que ver con varias razones que trataré de explicar.
Las personas estamos diseñadas evolutivamente para comer en cuanto tenemos acceso al alimento. En otras épocas, esta característica nos protegía frente a las comunes carestías. Hoy día, con la despensa llena, es difícil no escuchar al animal que llevamos dentro y sucumbir ante tantas cosas apetecibles que nos rodean.
Otra razón para el aumento del sobrepeso en la sociedad actual es el incremento de la ansiedad y el estrés en nuestras vidas. Nuestros cuerpos se ven sometidos a incontables situaciones demandantes y estresantes que no existieron en la naturaleza a lo largo de la historia / prehistoria. Y una de las cosas que la persona hace cuando se siente estresada es comer, sobre todo cuando el estrés es indefinido, no sabemos bien qué lo provoca. Y si hay disponible azúcar o cacao, mejor. Parece que esa conducta nos relaja.
No quisiera dejar de mencionar otro motivo, quizá el más importante, por el cual, lo que comemos, nos lleva al sobrepeso. Y es que, cada vez, comemos más alimentos artificiales. Y la industria de la alimentación sabe que si le añade ciertos componentes, las personas lo tendrán muy difícil para no engancharse. El azúcar es la droga del siglo XXI y si aún no se ha prohibido es por los intereses económicos que lleva detrás. No somos generalmente conscientes, pero los alimentos que nos parecen tan atractivos como hamburguesas, pizzas… suelen abusar del azúcar para convertirnos en adictos.
Si tienes problemas con tu peso, como psicólogo te recomiendo que te hagas estas preguntas: ¿Por qué como?, ¿Para qué como? Y, antes de lanzarte a hacer una dieta, que muchas veces son las causantes de los problemas de peso, puedes apoyarte en tu psicólogo de confianza para explorar las razones de tu comer impulsivo.
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