Es muy común encontrarnos en la calle con personas que sabemos que conocemos de algo. Su cara la recordamos perfectamente, puede que hasta sepamos dónde le hemos conocido, pero cuando intentamos recordar su nombre nos es imposible en ese momento. Nos da a veces hasta miedo a saludarles por vergüenza de no saber su nombre, y más si nos damos cuenta de que esa persona sí sabe todo de nosotros, nos agobiamos ante la posibilidad de que descubra que no le recordamos.
La razón, y está comprobado, es que nuestro cerebro guarda más las caras que los nombres. Otra razón es la evolución, antes de que existiese el lenguaje hablado todo se reconocía a través de imágenes, y con ellas los rostros.
Cuando tenemos delante un rostro debemos decidir si nos es familiar o no, hay muchas caras distintas y muchos nombres iguales.
¿Qué hago si olvido mucho los nombres?
- Si es alguien que acabas de conocer, y tiendes a olvidar enseguida los nombres, debes escuchar y prestar atención, y es conveniente repetir su nombre cuantas veces puedas en la conversación que puedas tener con esa persona.
- Si no escuchaste bien el nombre, vuelve a preguntarlo.
- Asocia el nombre con alguien que conozcas, o con alguna cosa o situación.
- Si es alguien que hace tiempo no ves pero recuerdas su cara, tratar de recordar la situación o lugar en el que le conociste. Hay una parte de nuestro cerebro que nos indica si algo nos es familiar o si por el contrario no lo hemos visto antes, otra parte que es capaz de reconocer lugares, y otra que ya se encarga de funciones más complejas.
- Si es alguien que ves que no se acuerda tu nombre, recuérdaselo de una manera natural. Le darás un alivio.
¡Que tengas un buen día! Y recuerda que en Conectia Psicología estamos a tu disposición para tratar este y otros temas y ayudarte en lo que puedas necesitar.